16/02/2024. Dolores Ayala Salguero es agente financiero. Dicho así es fácil
imaginar lugares como Wall Street o la City londinense. Pero
Dolores desarrolla su labor en Pruna, una pequeña localidad de
la Serranía Suroeste Sevillana en la que su función cobra una
mayor importancia: esta empresaria ayuda a sus vecinos y
vecinas a realizar trámites ordinarios en el banco como hacer
pagos, domiciliar recibos y sacar dinero en efectivo. Y lo hace de
forma presencial y en ventanilla porque Loli es el banco en sí.
Una persona muy conocida en el pueblo y con gran arraigo en la
que sus habitantes confían sus ahorros y acuden a ella para
cobrar la pensión, pagar recibos y otros trámites.
Dolores Ayala explica que este servicio ayuda, principalmente, a
las personas mayores a realizar sus gestiones bancarias porque la
atención es presencial y en ventanilla. “A los mayores, con
menos conocimientos en herramientas digitales, les cuesta
familiarizarse con las tecnologías y este servicio les facilita
mucho sus trámites y, sobre todo, les da autonomía al no tener
que depender de otra persona”.
Como buena agente financiero, Dolores intenta estar disponible
a todas horas porque sabe que su labor es esencial para el
pueblo. Su vocación es dar soluciones a sus habitantes para que
cuenten con unos servicios básicos de calidad y puedan continuar viviendo en esta zona rural con las mismas facilidades
que la población urbana.
Dolores trabaja de manera autónoma y cuenta con el apoyo de
una entidad bancaria para ofrecer la máxima cobertura y la
mejor calidad a sus habitantes. Servicios que compagina con su
asesoría fiscal y laboral.
La figura de agente financiero es una de las soluciones al cierre
de sucursales en las zonas menos pobladas, junto a otras como el
servicio de efectivo que las entidades ofrecen a los clientes en las
oficinas de Correos y los ofibuses, oficinas móviles que
garantizan el servicio y favorecen la cercanía con el cliente.
Este proyecto ha contado con fondos LEADER tramitados desde
el GDR Serranía Suroeste Sevillana. Estos incentivos están
financiados por el FEADER de la Unión Europea y la Consejería de
Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de
Andalucía.
Proyectos como el de Dolores consiguen que la vida sea un
poquito más amable, más humana en nuestros territorios donde
lo realmente importante son las personas. Y en eso están los
Grupos de Desarrollo Rural poniendo su granito de arena para
que vivir en el pueblo sea una oportunidad.